jueves, 18 de noviembre de 2010

Sentirse protegido es lo mejor...

"Allí estaba frente a mí, en aquel largo pasillo que separaba el comedor de las diferentes habitaciones. Su joven rostro, enmarcado por largos cabellos de color castaño oscuro y que terminaban bifurcándose en varias rastras, denotaba seriedad y enfado en cuanto sus oscurecidos ojos se fijaron sobre mí. Mi estómago se encogió de terror cuando noté que este sentimiento se desprendía de él, como un aura de aroma inconfundible. Y parecía estar directamente relacionado conmigo.
Mi hermano mayor comenzó a acercarse a mí, y la sensación de presión no hacía más que aumentar a cada paso que daba. Tuve la sensación de desear encogerme, volverme invisible. El dolor de mi nariz había desaparecido por completo ante este irracional terror que no duró más de unos pocos segundos que a mí me parecieron interminables.
-¿Qué te has hecho en la nariz? -preguntó, aún con ese gesto de ira brillando en sus ojos.
-No lo sé -y era cierto, no recordaba de dónde provenía aquel punzante dolor que ahora me martilleaba de nuevo. Mi hermano se agachó levemente, y comenzó a examinar mi rostro y mi nariz de forma concienzuda. Todo rastro de enfado había desaparecido y ahora sólo quedaba la mofa en sus ojos.
-Tienes la nariz hecha añicos, ¿sabes? -me informó, dejando caer una gran carcajada. No conseguía entender qué le hacía tanta gracia, pero el terror que inundaba mi estómago y lo había hecho tan pesado se había desvanecido por completo. Ahora me sentí feliz... feliz por saber que se preocupaba por mí. Y, de hecho, por mucho dolor que sintiera, me sentía obligada a aguantarme las ganas que tenía de sonreír, sólo por miedo a que pensara que no me lo tomaba en serio-. Bueno, lo que se estropea con un golpe, se arregla con otro, ¿no? -añadió, con el mismo tono irónico. Sin embargo, presa del terror al ver que comenzaba a estirar el brazo hacia atrás, retrocedí varios pasos asustada.
-¡¿Pero qué dices, loco?! -exclamé, ante lo que respondió con una nueva sonora carcajada antes de darse la vuelta y comentarle algo a un amigo suyo, de cuya presencia no me había dado cuenta hasta ahora..."

2 comentarios:

  1. Ay, tu subconsciente tonto... Te quiero, mi vida.

    Si es que a veces piensas cosas que no debes pensar :3

    ResponderEliminar