Te equivocas. Nunca se me ha olvidado. Y si no he caído en la cuenta de lo que querías decirme hasta ahora, ha sido sólo porque hoy demasiado mal como para estar lúcida para algo...
No he tenido un buen día y lo sabes... Compréndeme.
Hemos pasado por demasiadas cosas juntos, ha sido uno de nuestros mejores encuentros, sin lugar a dudas. Desde el primer día que llegué, que te vi allí plantado en la estación, cuando nos abrazamos por primera vez, cuando nos besamos, cuando dormí por primera vez desde hace mucho tiempo en la cama de tu hermana, cuando me despertaste a la mañana siguiente con toda tu ternura. Te acompañé de buena gana a la universidad, ¿y por que? Porque quería estar el máximo tiempo posible, no quería desperdiciar ni un sólo segundo de nuestro escaso tiempo juntos. Anduvimos por las calles de Valencia, volvimos al Cex, donde te compraste dos juegos que después compartirías conmigo, fuimos al cine a ver Río. Reímos juntos, después yo inventé la coña del guacamayo, no paré de tararear la canción de "Real in Rio", me regalaste unas preciosas flores que hicieron realidad mi sueño de niña... y después... volvimos juntos a Denia.
Cómo olvidar tantos preciosos momentos, tanto en Aldaia como en Denia. Cómo olvidar las risas, los besos, los abrazos, los mimos, las lágrimas que derramamos al separarnos.
¿Sabes? Mi corazón aún sangra de dolor cuando lo recuerdo... cuando pienso que podría haber estado una semana más contigo... Y no te confundas, no te culpo ni a ti ni a tus padres.
Por favor, compréndeme y llora conmigo de nuevo. No hagamos que este precioso encuentro se vea marchitado por las sombras.
Quiéreme. Como yo te quiero a ti.
Te amo, Fran. Y seré siempre tuya... siempre, siempre.
"No pienso soltarte. Somos aves encadenadas, ¿recuerdas?"
No hay comentarios:
Publicar un comentario