Ante todo... lo siento. Lo siento por ponerme así en un día como ayer. Lo siento por no haber podido hacerte la entrada aunque tú si lo hicieras... Lo siento por todo...
No sabes lo mal que me sentía al recordar las flores de este san Valentín. Este perfecto San Valentín que me hiciste la sorpresa más bonita y agradable que nunca hubiese podido esperar. Me gustaría haber estado cerca de ti, y regalarte aunque fuera una caja de bombones... un simple detalle que te hubiese hecho sonreír de ilusión. Pero desde aquí sólo puedo mandarte cartas, cartas que espero que lleguen hasta tu corazón y, aunque no sea un regalo digno, te hagan por lo menos un poquito de ilusión...
Ahora sólo nos queda esperar hasta el 31 de Marzo. Sólo un mes más... un mes que se me hará eterno. Y más aún con este horario de universidad nuevo que tengo. Porque, por mucho que me ilusionen las clases y la zoología, que siempre ha sido mi pasión, nada puede compararse a poder hablar contigo, compartir vídeos, leer manga juntos, reír juntos...
Y eso, por supuesto, no puede siquiera asemejarse a la sensación de estar rodeada por tus brazos... Eres lo que más quiero, te lo he dicho mil y una veces, pero quiero que me creas de verdad. Quiero que veas que sigo siendo tu niña, y que quiero estar ahí para ti, en todo momento. Y ahora más que estás malito, me encantaría poder cuidarte...
Te quiero corazón, y siempre lo haré.
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